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MIGUEL ÁNGEL ROJAS


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ESCRITOS Y ENTRADAS

domingo, 7 de noviembre de 2010

ALGUNAS VIVENCIAS CON LA PRESENTACION AL PUEBLO DE DOS HERMANAS (semana santa 2010)

Un músico es la persona que compone y ejecuta piezas musicales, sin embargo en nuestra tierra, el músico es la persona que forma parte de una banda, sea de música, de agrupación o de cornetas y tambores, siendo éste un instrumentista, aunque aquí lo sigamos llamando músico. Al recordar la música, a los músicos y a las bandas, porque no rememorar a la banda de la Presentación al Pueblo en la Semana Santa del 2010.
El 27 de Marzo en Sevilla se pasea uno de los estrenos más esperados del año. El misterio completo de la hermandad de la Milagrosa, con una guardia judía con un estilo asombroso y un realismo imponente. Mientras tanto en la calle Salado de Dos Hermanas, en el interior de una nave donde se pasan tantas noches largas de calor, frío, viento y lluvia. La banda de la Presentación al pueblo empieza a fraguar la Semana Santa de 2010 en una maravillosa convivencia entre músicos, amigos y familiares.
Domingo de palmas por la mañana y en el porvenir salen los primeros tramos de túnicas blancas inmaculadas de una dulce cofradía, que, como cada año inaugura la semana santa sevillana. Nuestro Llamador tan querido nos va informando de cada transcurrir de las cofradías al mismo tiempo que, en el salón de mí casa me espera el uniforme de la banda de la Presentación al Pueblo, que me pondría por primera vez. Para él que escribe sería un sensacional y anecdótico estreno.
Triana. . . Que decir de Triana? Tierra de arte y artistas, de sol y solera, de dolor y llanto, de amor y odio, tierra de sentimientos cofrades donde las haya y más en la tarde de Domingo de Ramos. El día que el Barrio trasmite más alegría y vida del año, con un sol radiante que inunda toda la calle San Jacinto. De los naranjos que hay a cada lado, brota el poco azahar que les queda. El reloj marca las cinco de la tarde, la gente se aglutinan en los aledaños y al fin se abren las puertas. En la formación de la banda se acumulan los saludos y los abrazos entre compañeros, entre tanto, el Señor de las Penas muy despacio se va asomando a su barrio. El dorado de su canastilla deslumbra al darle los primeros rayos de sol que se van entremetiendo por los respiraderos indicando a los costaleros que ya están en la calle. El señor comienza a ver el cielo azul sevillano, a la vez que va sonando la marcha real, ovación del pueblo mientras va dando izquierdos llegando hasta el límite de la calle para empezar una revira imposible de olvidar con los sones de “la valiente”. Desde su salida y durante todo el recorrido las emociones de cada uno de los componentes saldrían a relucir, cada chicotá una marcha, regresando con una cuadrilla fresca, como si acabase de salir y con cambios de lo mas dulces y armónicos. Y así estuvo el señor de las Penas trianeando por Sevílla en ese fugaz pero inquietante, maravilloso y magistral Domingo de Ramos.
Al despertar la mañana del Lunes Santo todo había cambiado, el cielo azul cambio por un cielo gris completamente cerrado de nubosidad, los rayos de sol cambiaron por gotas de agua que poco a poco mojaban todo lo que estaba a su alcance. Por más que se miraba hacia el aljarafe peor pinta tenía. Conforme iban pasando las horas, peores noticias llegaban. La Hermandad del Tiro de Linea tuvo que darse la vuelta después de recibir un fuerte aguacero encima de todo su cortejo y la cofradia de Triana de este día; San Gonzalo, decidía no salir. Unas horas después el mal tiempo dio una pequeña tregua y sería el momento de que muchas cofradias se echaran a la calle, pero eso sí con un ritmo y con un orden impresionante, ganándole al reloj mucho más de lo esperado, e incluso recortando algunos tramos de su itinerario.
En Dos Hermanas la formación de la Presentación Al Pueblo espera la decisión del cabildo extraordinario con una gran incertidumbre, entre grandes nubes que cubrían todo el cielo y pequeños destellos de sol que daban margen a tener esperanza de ver la cofradia salir. Unos leves Aplausos en la puerta hacían pensar que se haría la estación de penitencia y el magnífico misterio de La Presentación comenzó su ajustada salida. En la calle se aligeró el ritmo buscando la carrera oficial. Con un camino de ida casi inmejorable, solo manchado por fuertes ráfagas de viento que combatía con las túnicas de nazarenos, con las plumas de los romanos y con todo lo que se agitaba con facilidad. Aproximadamente en la mitad de todo su recorrido el cielo nuevamente empezó a ponerse turbio, rojizo y bastante amenazante. No había nada que hablar el cortejo siguió su recorrido pero acelerando la marcha, sin embargo, justo antes de cruzar la pasarela, empezó a llover sin parar y curiosamente la misma pasarela que lleva su nombre, la que lo siente cada año pasar y la que este mismo año tuvo que refugiarlo de una inesperada, constante y malvada lluvia. Sobre la marcha y sin mucho tiempo que esperar los hermanos determinaron refugiarse en la capilla cercana del Gran Poder, y con andares de mudá y con el simple sonar de tambor nuestro misterio alcanzó dicha capilla haciendo una entrada rápida y llena de sensaciones opuestas entre llantos de tristeza y gestos de tranquilidad al poder reencontrarse con su virgen y quedarse cobijada en dicha capilla. Allí se quedaron los titulares hasta el Domingo de Resurrección.


El día 31 de marzo nació un fenomenal Miércoles Santo con un cielo luminoso salpicado por escasas nubes que con timidez iban desapareciendo y dejando sitio a un color de cielo propio de esa fecha. Entre tanto el Barrio de San Bernardo se va despertando, el Barrio que recibe el nombre de su parroquia, el Barrio llamado de los toreros, por los numerosos toreros que nacieron allí. Ahora el entorno de la parroquia y todas sus calles aledañas viven momentos de alegría anhelando aquellos años de popularidad de un gran barrio trabajador. La cancela se abre, cruje la madera que suena al abrirse la puerta. Las túnicas moradas con sus capas y antifaces negros comienzan su estación, inmediatamente en la oscuridad de la nave central se aprecia el brillo de los ciriales que anteceden al Señor de la Salud. La banda prepara su formación, mientras observan la belleza del señor hincado en el monte de flores. Muchos momentos de recogimiento en este día especialmente en una vuelta llena de abundantes saetas de renombre con gran calidad y con una petalada escalofriante en lo mas alto del puente, realizado por los bomberos de Sevilla. Su barrio de nuevo lo recoge con las manos más abiertas que nunca, entrando en su parroquia, la Hermandad entra en la madrugada del Jueves Santo junto al refugio de una madre.
Pasaron casi dos días desde que entró el Señor de la Salud de San Bernardo. Triana nos esperaba, pero, esta es otra Triana muy distinta de la que conocimos aquel ya lejano Domingo de Ramos, esta ya nos es una Triana llena de vida y alegría, esta Triana esta llena de dolor y agoniza por sevilla en la tarde del Viernes Santo, mientras entristece al apagarse la semana santa y la vida de la Expiración . Un Viernes Santo de los de recordar, siendo uno de los protagonista el sol que lucía por toda la ciudad sin las nubes amenazantes que nos acostumbra tener cualquier viernes santo.
El Día se va escapando, ahora es un Viernes Santo mucho más sobrecogedor, la vida se hace muerte y Triana enmudece al ver al Cachorro pasar por una calle Castilla oscura, tan solo iluminada por la luz agradable de sus guardabrisas, que hacen que se vea su justa silueta por todas las fachadas. Los integrantes de la Presentación al Pueblo dan todo lo que tienen, tocando las marchas más altas y fuertes de su repertorio, dejándose el alma en tan bello momento, el cual sería imposible de contar y mucho menos de poderlo plasmar en un papel, con esa imagen barroca sevillana y trianera.
En Sevilla se celebra la resurrección de nuestro señor. En Dos Hermanas se sigue presentando el señor al pueblo nazareno, que, regresa a su casa después de varios días de exilio en una casa hermana. Sin ser su día, sin ni siquiera volver por los sitios normales y sin las mismas fuerzas que se deberían tener, porque las largas jornadas que quedaron atrás, hacían que los cuerpos estuviesen con mucha menos energía, pero con un sentimiento conmovedor, terminando con la misma marcha que se empezó, rematando esta larga faena con La Valiente.
Es obvio que en este escrito solo detallo las Hermandades que hacen estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral sevillana y también detallo la Hermandad de La Presentación, teniendo en cuenta que, en una Semana Santa de cualquier banda, las salidas son en más días y lugares.
Este escrito quiero dedicarlo a todos los componentes de la banda de la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas, a sus mujeres, madres, hijos, etc... porque ellos se sacrifican del mismo modo que lo pueda hacer el músico. Siempre recordando a los que están, a los que se fueron y a los que tendrán que venir y en especial Luis Palacin, porque sin él esta historia no se hubiera podido escribir.

Miguel Angel Rojas

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